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FISIOTERAPIA
FISIOGENÓMICA
 
La FISIOGENÓMICA es la especialidad que estudia y relaciona como nos alimentamos con la aparición de patología propia de la fisioterapia (lesiones musculares, articulares, etc.). Y plantea como tratar y mejorar estos problemas a través de cambios nutricionales, con el objetivo de que mejoremos la patología más desde su raíz.
"Que tu medicina sea tu alimento,
y el alimento tu medicina".

Hipócrates de Cos
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FISIOTERAPIA
FISIOGENÓMICA
NUTRICIÓN APLICADA
A LA PATOLOGÍA MUSCULOESQUELÉTICA
La fisiogenómica ayuda a mejorar cualquier síntoma de dolor musculo-esquelético, u otro tipo de síntomas como: cansancio, insomnio, etc. sobre todo de evolución crónica o recurrente. Logrando mejorar e incluso remitir totalmente.

Gran parte de los problemas físicos o dolores, principalmente los crónicos, pueden tener su origen en un desequilibrio bioquímico y/o una afectación visceral.

Un ejemplo, es como una afectación hepática derivada de un exceso de consumo de productos ultraprocesados puede ser la causa de dolor en el hombro derecho. Como éste, hay muchos ejemplos que explican el origen de dolores crónicos musculares, articulares, tendinosos, etc. La solución puede ser tu alimentación
DOLOR DE ORIGEN BIOQUÍMICO
Muchos dolores crónicos
tienen un origen bioquímico
Se debe tener en cuenta que gran parte de los problemas físicos o dolores, sobre todo los crónicos, pueden tener su origen en un problema bioquímico y/o visceral.

Una persona con un problema de estreñimiento tendrá una inflamación en el colon y esta inflamación puede llegar a manifestarse como un dolor lumbar recurrente. Además, los intermediarios inflamatorios que se liberan en el intestino pueden diseminarse hacia otros tejidos y agravar inflamaciones ya existentes o favorecer que
se inicien. Incluso, a través del nervio Vago, llegar hasta el cerebro y favorecer problemas psicológicos, emocionales, así como patologías neurodegenerativas “Eje Intestino – Cerebro”.

Como éstos, hay muchos ejemplos que relacionan los dolores crónicos musculares, articulares, tendinosos, etc. con las diferentes vísceras y con la bioquímica de nuestro organismo.

Un proceso inflamatorio doloroso puede ser causado por un problema puramente mecánico (traumatismo, de tipo postural, etc.) que todos identificamos y conocemos, o puede aparecer sin causa aparente o sin explicación mecánica. Este último, suele tener un origen bioquímico y/o visceral, que a veces “salta” con un determinado gesto que, de por sí, no justificaría tal lesión.

Este tipo de dolores, sin causa aparente, se suelen identificar como dolores sin patrón mecánico, muchas veces de tipo bilateral, con una franja horaria determinada, asociado con otro tipo de síntomas (insomnio, problemas digestivos, sudores nocturnos,), etc. Una vez identificado este tipo de dolencias, además del propio seguimiento de fisioterapia, se aconseja hacer un seguimiento nutricional para la recuperación integral.
EL DOLOR REFERIDO VISCERAL
El dolor que tiene origen
en otra zona
Muchas veces tenemos un dolor o una contractura y nos damos un masaje en la zona y el dolor desaparece, ¿verdad?, problema resuelto! En cambio, otras veces masajeamos y masajeamos y el dolor no pasa, a lo mejor se queda un poco más suave, pero… se queda.
¿Y por qué? ¿Cuál es la diferencia?
En estos casos no estamos ante una contractura en ese músculo o ante un problema en ese lugar, sino que se trata de un dolor inflamatorio o de un dolor que proviene de otra zona, aunque lo sentimos ahí. Se trata de un dolor referido visceral.
¿Un dolor referido visceral?
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Imagen de mds manuals
Seguro que te suena este ejemplo conocido por todos, es el dolor debido a un infarto de miocardio, donde sentimos dolor en el brazo izquierdo, el pecho, la mandíbula… aunque que el origen del dolor sea el corazón. Sentimos que nos duele el brazo, pero no le vamos a dar unos masajitos, ¿verdad?, Porque el problema está en el corazón, aunque lo estemos sintiendo en otro lado. En este caso en particular, el dolor referido se debe a que la información de los nervios sensitivos (los que nos informan de que hay dolor-daño) que llegan del corazón y la información de los nervios sensitivos que proceden del brazo (los que informan de la piel, el músculo, …) convergen en las mismas vías nerviosas en la médula espinal. Nuestro cerebro interpreta las señales que le llegan y nos hace conscientes de un daño que está en una zona visceral, pero que vamos a percibir, debido a esa convergencia en la medula espinal, en otras áreas. Es muy frecuente que sea la causa de dolores en la espalda, otras veces en los hombros, mandíbula, cuello…
Cada órgano o víscera tiene una zona musculo-esquelética, una zona de piel, hueso a la que puede referir dolor. Incluso altera la irrigación sanguínea de una zona corporal.
Está demostrado que cada órgano/víscera, tiene una zona musculo-esquelética, más o menos predeterminada, a donde suele referir dolor.

Ejemplos de ello son:
El corazón, que suele referir dolor al hombro y brazo izquierdo.
El hígado, que suele referir dolor al hombro derecho, ángulo súpero-interno de la escápula derecha, al pulgar de la mano, etc.
O la vesícula biliar, que puede ser la causa de dolor de cabeza recurrente en la nuca, en la sien, sobre todo la izquierda e incluso a veces bilateral y en la zona de la escápula.
Y así un largo etcétera.
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